miércoles, 9 de diciembre de 2009

(rolleiflex)

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Debo admitir que los cumpleaños se me hacen difíciles, sobre todo el mío. O quizá, en realidad, solo el mío. Será que son un recordatorio duro y directo de todos los planes que se hicieron al empezar un nuevo año, y de todos los que se dejaron de cumplir, los que se quedaron olvidados en el camino, los que se fueron postergando, siempre pensando que al día siguiente se llevarían a cabo.

Este año, sin embargo, fue distinto. Lo recibí riendo a carcajadas con The Big Lebowski, desayunando mango, almorzando con amigos, tomando cremoladas bajo el sol y recibí el regalo más bonito que jamás imaginé. Una Rolleiflex. Para mi solita. Creo que ya es seguro decir que el verano ya llegó.

(I have to admit, I don't like my birthdays. I get nervous and a bit sad. This year, however, was completely different. I got to spend it watching the Big Lebowski, having lunch with friends, eating icecream under the sun and jumping up and down with joy with the best birthday present I could ever have imagined, a Rolleiflex.)

4 comentarios:

savierose dijo...

I adore that photo!

B.B. dijo...

I approach birthdays with the same woozy trepidation. It seems as though you have found just the right combination of Lebowski, food, and friends, though.

The Rolleiflix is *very* cool. I hope you share more photos, Jimena. You take such impeccable ones.

Kennedy dijo...

your photos are so wonderful. and also watching the big lebowski on your birthday sounds like the best idea! <3

Romeika dijo...

I used to have the same feeling about my birthdays.. but somehow I changed through the last couple of years. Beautiful picture, such an exquisite camera!